Por amenaza de bomba, trabajadores de salud desalojaron inmueble en Acapulco.

 

Agencia Tintarena

 

por: Héctor Briseño.

 

Acapulco, Gro., (22/ene/2019). Una amenaza teléfonica de bomba, obligó a directivos de la Secretaría de Salud (Ssa) estatal, a evacuar a unos 100 trabajadores de las instalaciones de la Jurisdicción Sanitaria 07 de la dependencia, ubicadas en la calle Vasco Núñez de Balboa, la cual fue cerrada por policías municipales y  ministeriales durante aproximadamente una hora, la mañana del martes.

 

 

El hecho, suscitado a una cuadra de la avenida Costera Miguel Alemán, provocó versiones contradictorias de las propias autoridades.
De acuerdo a testigos, la llamada fue recibida alrededor de las 9:30 horas, por lo que trabajadores tuvieron que desalojar las oficinas.
Media hora después, de mala gana, el director de protección civil municipal, Cuauhtémoc Gayoso, sostuvo a reporteros que fue un simulacro.
Puntualizó que a partir de ahora dichos ejercicios serán sorpresivos, para ver cómo reacciona la población.
Mientras que personal a su cargo tomaba fotos de los comunicadores.
Por separado, el titular de la jurisdicción sanitaria 07 de la Ssa, Eduardo Diego Valderrama, ofreció versiones diferentes.
Primero, manifestó que la llamada de amenaza fue recibida en la administración de las instalaciones, por lo que se procedió a aplicar el protocolo de seguridad, dando la orden de desalojar a más de 100 trabajadores, entre ellos mujeres y personas mayores.
Incluso señaló que diariamente son recibidas llamadas de todo tipo, pero en este caso fue aplicado el protocolo para evitar riesgos en la integridad de los trabajadores.
Más de 40 minutos después, el mismo funcionario sostuvo que nadie recibió la llamada, y que la orden de desalojo fue previamente acordada con protección civil municipal.
Ante trabajadores molestos y desconcertados, alrededor de las 11:15 horas, autoridades de salud y sindicales, tardaron más de 20 minutos en convencer al personal, reunido en la explanada de las instalaciones, de regresara a trabajar, al insistir que supuestamente no había ningún peligro.
Ante la vigilancia de policías municipales y ministeriales, quienes también tomaron fotos de reporteros mientras hacían entrevistas.
El presunto simulacro sorpresa ocurrió en un contexto de incremento de los índices delictivos en Acapulco, específicamente los asaltos en la zona turística, balaceras y homicidios.

 

 

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