“Si Zapata viviera, el campeonato defendiera”: ¡de nuevo en semifinales!

 

HB Deportes

 

Por: Héctor Briseño.

 

Acapulco, Gro., (6/nov/2019). El equipo de la colonia Emiliano Zapata (blanco) venció 2 goles por 1 al representativo del poblado del Cayaco (azul), en acciones de la tercera ronda del torneo de los Barrios de futbol 2019, para instalarse así en semifinales.

 

Detalles.

El duelo fue cerrado en la primera mitad; todo se decidió con goles a balón parado hasta el complemento.

El primer tanto fue de Humberto Hernández “el Toti”, de la Zapata, de tiro libre sobre el Cayaco, que posteriormente empató de penal.

En la última jugada del partido todo se decidió, segundos antes de irse a los penales: un balón largo y por alto centrado desde media cancha, cobrado por el portero Mendiola de la Zapata, pegó en la base derecha del poste antes de pegar trágicamente en el guardameta adversario, para meterse en el fondo de las redes, en una inusual anotación que quedará registrada durante muchos años en la mente de los aficionados.

 

 

 

Respeto pero no miedo.

Al concluir el duelo, el “Toti” de la Zapata dedicó el triunfo a la Zapata.

Humberto Hernández manifestó que “se trabajó en la semana, este es el esfuerzo de entrenar diario, lo venimos a reflejar, el Cayaco es un gran equipo, le tenemos mucho respeto, pero no miedo, tiene grandes jugadores y grandes amigos, como el Cepi de Cayaco”.

Reflexionó que “el partido fue cardiaco, de mucha lucha, nunca imaginé que el gol iba a ser así”.

 

 

Imaginación y vértigo.

Con una efigie dibujada de Emiliano Zapata sobre una lona blanca, el conjunto representativo de la Zapata, que vistió de blanco, al estilo Real Madrid, se da ánimos para continuar la defensa del título de Barrios conquistado en 2018.

Unas mil personas se dieron cita en la unidad deportiva Vicente Suárez,  sobre la avenida Constituyentes, así como en andadores y viviendas ubicadas en los alrededores del inmueble del ejido de la Santa Cruz, en la parte alta del puerto, para presenciar el inicio de los cuartos de final del torneo de los Barrios 2019.

Un discreto operativo de la policía vial fue implementado en la calle principal.

Colonos procedentes de diversos puntos del municipio acuden a la cita futbolera a apoyar a sus vecinos, ídolos del barrio, ex profesionales, figuras en ciernes, promesas del balón.

A ritmo de chile frito, mientras bailan y gritan, espectadores protestan decisiones arbitrales con airadas palabras de enojo, y en ocasiones, auténtica furia, despecho, en una fiesta acapulqueña de múltiples colores, sonidos y sabores.

La gente abarrota las viviendas, los pasillos. Apenas hay espacio para uno más.

“No he visto nada, estoy muy chaparrito”, se queja un joven en la Constituyentes, quien lucha por un centímetro de vista desde la alambrada.

 

 

Mientras futbolistas dibujan pinceladas en el césped sintético de la Suárez, la música de viento no se detiene y acompaña cada trazo proyectado sobre el campo por los artistas del balón y el barrio.

La tribuna principal fue repleta de seguidores, pero también aficionadas, con tambores, banderines, matracas.

Una gran bandera blanca con letras negras “Zapata” y un corazón negro, es ondeada por un aficionado desde la parte alta de la barda perimetral de la cancha.

Desde la grada se escuchan voces femeninas en respuesta: “¡Olé, olé, olé, olé!, ¡venimos de Cayaco y venimos a ganar!”; se trata de hinchas de Cayaco, quienes apoyan a sus futbolistas, vestidos con su tradicional color azul y blanco.

 

Video: Gol de Humberto Hernández “Toti”.

 

 

Olor a futbol.

Las porras son gritadas con orgullo y desenfreno, aunque también hay conocedores de los secretos del futbol.

Sobre el terreno de juego recaen múltiples voces, la esperanza de cientos de gargantas, anhelos frustrados, sueños de victoria, los gritos de gol, los reclamos y los reconocimientos:

—­­Ese Paquiao es bueno, es rápido — asegura un especialista desde la avenida.

—El gol va a caer de este lado — sostiene otro.

El tiempo le otorga la razón, después de caer los dos tantos de Emiliano Zapata, campeón vigente.

El olfato del futbol es el mismo en el llano que en el sector profesional.

La noche transcurre así en esta parte de Acapulco, cuando los goles son lo más importante del momento, sino es que lo único, cuando se disputa el honor del barrio sobre una cancha de futbol.

Los jugadores de la Zapata, victoriosos, se despiden de su público, eufóricos, con los brazos en alto. Antes, habían rezado un “Padre Nuestro” a la mitad de la cancha, para agradecer la calificación.

Por ahora, la batalla ha terminado.

 

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