Busca “tesoros” para sobrevivir a la pandemia en Acapulco.

 

HB Noticias

 

por: Héctor Briseño.

 

Acapulco, Gro., (7/may/2020). Desde que inició la contingencia sanitaria, Adán Flores, de 39 años, se dedica prácticamente a buscar tesoros en playas de Acapulco.

Con un detector de metales, Adán recorre en solitario alrededor de cuatro kilómetros de la franja de arena con la esperanza de encontrar monedas.

“He llegado a encontrar teléfonos celulares enterrados en la arena, a juntar monedas para comprar un pollo rostizado y llevar algo de comer a la casa”, relató.

Sin importar la niebla que una vez más cubrió la bahía de Acapulco debido a incendios forestales que afectan diferentes regiones de Guerrero, además de la amenaza de marea alta, Adán caminó pacientemente más de cinco horas la mañana del jueves.

Visto de lejos, bajo el cielo gris, Adán maneja con destreza el peculiar accesorio parecido a una escobilla para limpiar albercas, pero en lugar de una red luce un círculo de metal, el cual produce un sonar cuando de detecta un metal enterrado.

 

 

Detalle.

Las playas de Acapulco fueron cerradas el pasado 2 de abril, la medida fue extendida hasta el próximo 31 de mayo por autoridades estatales, lo que ha ocasionado el cierre de hoteles y cientos de comercios; como consecuencia, miles de empleos se han visto afectados.

Adán Flores, originario de la colonia Garita,  explicó que se dedica a dar mantenimiento en condominios de la colonia Costa Azul, pero fue dado de baja y solo se presenta una vez por semana a laborar.

 

 

 

El arca perdida.

Un consejo de su padre ahora lo ayuda a conseguir dinero para comer.

Adán Flores manifestó que “este aparato me lo conseguí, ahorré un poco de dinero, en esta continencia me está ayudando, salen sus 30 pesos, 50 pesos, recorremos toda la orilla porque si no, no sale”.

Adán relató que “he encontrado monedas de un peso, 10 pesos, alambre, aluminio, el alambre lo paso a tirar a la basura, el cobre me lo llevo”.

Recordó que “mi papá me dijo que me comprara un aparato de estos y a ver qué tal me iba, gracias a Dios logré juntar mi dinero y me está yendo dos tres, sale para el chesco, para un pollo rostizado a veces, ni modo que me quede en la casa, así la papa no llega, para las tortillas sí alcanza”, recalca.

Adán enfatizó que el detector que utiliza ubica objetos de metal con hasta 12 pulgadas de profundidad, y soporta el agua de mar.

Señaló que “cuando encuentro algo la máquina pita, si es un clavo, una moneda, o aluminio”.

Antes de continuar su búsqueda, pidió que no le fuera fotografiado el rostro, pues teme a la inseguridad y a los asaltos en Acapulco.

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