Historia de una receta médica escrita en un cartón (2/2).

 

HB Deportes

 

Segunda parte.

 

Por: Héctor Briseño.

 

Acapulco, Gro., (12/nov/2023). “Trabajé toda mi vida para no andar pidiendo limosna, y al último creo que voy a andar pidiendo limosna”, reflexionó en voz alta María de Jesús Rosas de la Rosa, de 68 años, quien la tarde del pasado 28 de octubre recorrió la zona Dorada de Acapulco, después de haber salido de la colonia Ciudad Renacimiento con 40 pesos, en busca de un remedio para atender el pie de su hijo, cortado por una lámina galvanizada lanzada por el huracán Otis.

Sobreviviente del cáncer de mama, María de Jesús salió airosa de ese trance, pero confiesa que sus fuerzas se acaban, pues teme que no pueda reconstruir su casa, y un pequeño local que rentaba a un restaurante no pueda ser reparado.

La madre relató que “así como nos dieron la receta ese día así la llevé, no me la querían aceptar, ¿se acuerda?, estaba escrita en un cartón”.

 

 

Señaló que el martes siguiente viajó a la capital del estado: “Me fui a Chilpancingo a conseguir la medicina, la conseguí en 100 pesos. Si no muevo sí, le cortan el pie”.

Su hijo mejora con el medicamento pero aún supura pus y sangre, por lo que le hacen curaciones los de la naval en el polideportivo Cici de Renacimiento.

María de Jesús confía en que los módulos sanitarios instalados tras el paso de Otis cuenten pronto con la vacuna para tétanos, pues le informaron que sí hay disponible.

“Yo ya estaba desesperada, me fui en camión, ve que estaban con los viajes gratis, conseguí penicilina de mil 200 miligramos en 200 pesos”.

Pero ahora la incertidumbre se apodera de su entusiasmo.

Sobre la tribuna del gimnasio de boxeo de la unidad deportiva Jorge Campos de Renacimiento, doña María mencionó que “trabajé toda mi vida para no andar pidiendo limosna, y al último creo que voy a andar pidiendo limosna, ya viví así, me toca vivir así, y en este lapso de tiempo que me queda no voy a poder comprar la estructura, ya no se va a poder”.