El Veladero que perdimos.

 

 

HB Opinión

 

Por: Alan Ramírez Hernández.

 

Acapulco, Gro., (5/mar/2024). Hace algunos años tuve la oportunidad de hacer senderismo con mi padre y posteriormente con mi hermano como aventura de niños, mucho antes de que el Instituto Nacional de Arqueología e Historia los reconociera como sitios con valor histórico.

Los lugares a explorar fueron “La Cueva de la Mona”, ahí me enterré una zarza en la mano, y “La Piedra de la Campana”, subiendo la ruta de Palma Sola hasta Pueblo Nuevo, todo esto enclavado en El Parque Nacional El Veladero.

 

 

Subir caminos y senderos era una diversión, la temperatura agradable, podías comer alguna frutas como la poma rosa, nanches, almendras y ciruelas (llevar unas botellas de salsa Búfalo era obligatorio), llegar hasta la cumbre y admirar el paisaje de la Bahía de Acapulco era una recompensa, el paisaje valía la pena-hasta la insolación que le dio a mi hermano por no llevar gorra-.

Con el tiempo supe por qué se le denomina El Veladero, el General José María Morelos y Pavón pernoctó mucho tiempo en aquellas alturas antes de tomar por asalto el Fuerte de San Diego, para someter las fuerzas reales y dar así un gran triunfo a la insurgencia. Literalmente “velaba” para conocer los movimientos de las fuerzas reales y poder elegir así el momento oportuno de atacar.

A finales de los años 80 y principios de los 90 la presión y demanda de vivienda sometió las faldas de los cerros y las llenó de concreto, postes de luz y casas.

 

 

Perdimos esa frescura que sólo una selva baja te puede ofrecer, perdimos algunos árboles de ciruela y guamúchil donde jugaban insectos curiosos, después supimos que eran polinizadores y su relevancia.

Como ciudadanos ignoramos la importancia de muchas cosas, que damos por sentado sin reparar en su valor, como lo es el desarrollo sustentable, la relación del ciudadano y su medio ambiente.

Ocurrentes e ignorantes han existido en todas las épocas, el problema fue cuando los convertimos en autoridades que recompensaban con lotes y terrenos a sus “líderes sociales”, deforestando y desertificando el suelo de El Veladero.

Nadie escuchaba cuando les hablabas de la importancia de El Veladero, de los servicios ambientales que proveía como regulador del clima y como una fábrica de agua para los veneros de las partes altas, la imperiosa necesidad de detener las invasiones. ¿Indolencia o complicidad? No lo sé…lo cierto es que perdimos ese clima agradable y los pozos de agua, al no haber árboles de grandes raíces el suelo se ha erosionado y ya no se filtra el agua al subsuelo, y dónde hay cemento ni hablar.

Y llegó un día el huracán Paulina, dejando una dura lección a Acapulco, “No vivirás en las cuencas de los ríos”, y la muestra fue el Río del Camarón, piedras y lodo bajaron como tobogán hasta el mar destruyendo todo a su paso, cuál culebra de agua y piedra demoledora.

Juramos aprender la lección y hasta un memorial hicimos en Avenida Cuauhtémoc, justo donde pasa debajo el río del Camarón. Lo cierto es que no aprendimos nada.

 

 

Las invasiones han sido sistemáticas y recompensadas electoralmente, las invasiones de predios son redituables, de ahí han salido diputados federales y hasta presidentes municipales, nos alejamos pues, de aquello que resguardaba nuestros hogares. El Veladero, casi medio Acapulco vive con las espaldas hacia El Veladero, mirando el mar de espaldas al cerro.

Y así llegó Otis, del mar; ufanados que habíamos sobrevivido al Paulina y que no vivíamos en la cuencas del río, nos acostamos sin pensar….que a la media noche todos rogamos a Dios que se acabará tan terrible experiencia.

Otis desnudó a Acapulco, literalmente, sin techo y sin paredes….y sin Veladero.

Al descubierto quedaron miles de vivienda incrustadas en el cerro, al desnudo porque no quedó ni un árbol de pie que diera cobijo, que ocultara la pobreza incrustada en las piedras.

Ocurrentes como siempre, hubo quien se imaginó campañas de reforestación…..EN PLENO ESTIAJE !!!!! En tiempo de secas, sin lluvia, sin agua, pero así son los ocurrentes políticos cuando quieren que los veas.

Hoy el estiaje está cobrando la vida de todos esos árboles secos derrumbados en El Veladero; incendios que amenazan las casas incrustadas en los cerros.

Ah ! Y ya nos advirtieron que el aumento de temperatura del mar no ha cesado. Y ya sabemos que pasa cuando las aguas del mar están calientes…..¿todavía no?

Alguna vez podré contarle a mis nietos que jugué ahí, dónde el General José María Morelos y Pavón veló para poder arrebatar un territorio a la Corona Española y darnos una patria libre.

¿Qué cuentas vamos a entregar a la historia?, ¿Qué cuentas vamos a entregar al Creador, que nos encargó esta tierra?

ARH

 

 Foto: Carlos Jiménez Yamamoto.

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